En la era del cambio climático, cuidar de los árboles debe ser nuestra responsabilidad, no solo producen oxígeno o brindan refugio a otras especies importantes, sino que sobre todo muestran su belleza. Parecen ser extremadamente delicados debido a su delgadez, ¡pero pueden sobrevivir a huracanes severos! Y aunque todos son bellos a su manera, los abedules son especiales, incluso sin hojas, decoran los jardines con su corteza.
En el paisaje polaco, el abedul es un árbol bastante común y, sin embargo, deleita, y el que crece solo en las bahías y los que forman un carril junto a la carretera, así como los del bosque, que le dan un carácter único, atmósfera mágica. El abedul como madera también es un gran accesorio en la decoración, debido a la corteza en blanco y negro. Los candelabros hechos con él son realmente encantadores, pero cada vez más a menudo también se ven en hogares en forma de ramas, que decoran paredes o techos blancos de una manera minimalista e idílica.
La corteza de abedul también es una excelente decoración de paredes; gracias a su naturalidad, es un fondo perfecto para accesorios rústicos. En forma de fotomural, es el complemento perfecto para interiores delicados. Por un lado, los ilumina, por otro, les da carácter. También puedes crear una composición abierta, gracias a la cual podemos ampliar ópticamente el espacio y, al mismo tiempo, soñaremos con un paseo otoñal por el bosque más de una vez. Unos pequeños complementos en forma de cestas de mimbre o pájaros realzarán el ambiente, y la habitación ganará clase, pero sobre todo elegancia, y de eso se trata el diseño de interiores.
Los árboles, especialmente los abedules, también en habitaciones tipo loft o minimalistas son un gran accesorio en la decoración. La corteza en blanco y negro armoniza con muebles elegantes y simples, pero al mismo tiempo le da a una habitación determinada un carácter único, desde austero hasta cálido, pero discreto. La naturaleza es la responsable de tal efecto, gracias al cual en cualquier lugar, incluso postindustriales, nos sentiremos como en un paseo por el bosque. Unos baúles simples, austeros en colores, son la quintaesencia del minimalismo elegante: ¡vale la pena cuidarlos en cualquier tipo de espacio! ¡Y luego te invitamos a dar un breve paseo por el bosque de abedules para descubrir que la madre naturaleza conoce la disposición del mundo como ninguna otra!