No necesitamos buscar evidencia científica para confirmar que las flores son un elemento extremadamente importante del diseño de interiores, solo mira a su alrededor en diferentes estilos para ver que juegan un papel muy importante en casi todos, desde el rústico, pasando por el provenzal, hasta oriental ... están presentes en casi todo el mundo, lo que significa que también vale la pena tenerlos en tu propio salón.
Unas flores en flor son recuerdos del verano que estimulan los sentidos cuando recordamos la aromaterapia natural. También es el complemento perfecto para el interior, gracias al cual ganará ligereza, elegancia y calidez. Un cuadro con este motivo se adapta a cualquier tipo de decoración, tanto minimalista como rústico, provenzal e inglés. Las flores también aman los diferentes colores, por lo que no tenemos que preocuparnos por combinarlos con el color de las paredes: se verán hermosos tanto en blanco como en beige, así como violeta intenso, azul marino e incluso negro.
Los cuadros con flores como complemento se lucirán en cualquier habitación, en la sala de estar serán una especie de ventana que ampliará ópticamente el espacio. En el dormitorio, pueden colgarse con éxito sobre la cabecera de la cama, lo que le da a la habitación un ambiente de verano, especialmente cuando toda la decoración se completa con una colcha romántica y cortinas de lino ligeras. Unas flores de estilo oriental son una excelente manera de decorar una sala estrecha de una manera interesante. El ambiente japonés se complementará con un sencillo estante en el que conviene colocar una planta que cuelgue libremente. Puedes probar colores fuertes y oscuros, como el negro o el rojo, o elegir el blanco, gracias a lo cual un cuadro será el centro de atención.
Independientemente del estilo que elijamos, siempre se incluirán flores. Se adaptan no solo a interiores de femeninos, sino también a masculinos; todo depende de la gama de colores que usemos. Vale la pena seguir el principio de contraste, gracias al cual la decoración de la pared llamará la atención. Otra propuesta igualmente interesante es la selección de complementos en colores similares, gracias a la cual podremos descubrir nuevos elementos cada día. Independientemente del método que nos parezca más cercano, un cuadro es siempre y será una buena elección, porque es un vínculo entre nuestra personalidad, el arte y la naturaleza, es decir, combina todo lo que es más importante a la hora de decorar un hogar.